El confinamiento, durante la pandemia de la COVID-19, fue un espacio de tiempo desafiante para todos, desde lo emocional a lo práctico y cotidiano. Así que llevar a cabo proyectos se convirtió en un verdadero reto en lo que respecta al diseño de empaques en Ecuador. La búsqueda de materiales adecuados y la disponibilidad de talleres o fábricas capaces de transformar la materia prima en productos finales se volvieron una montaña a superar. Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, nuestro equipo no se rindió y trabajó en una búsqueda para encontrar soluciones creativas.
Luego de un proceso de ensayos, conseguimos idear un enfoque en el diseño de empaques que no solo resultó práctico, sino que también logró encapsular la experiencia de degustar platos de los mejores restaurantes del mundo.
Este empaque no solo se las arregló con limitaciones logísticas impuestas por la pandemia, además logró convertirse en un ejemplo adaptabilidad. Pensado para que sea fácil de producir en condiciones desafiantes, también se convirtió en un portador de emociones que evocaba la sofisticación de una comida gastronómica fuera de lo que tenemos acostumbrado.
Así destacamos la capacidad de reacción de nuestro equipo de diseño en Ecuador y también demostró que, incluso en medio de las circunstancias más adversas, es posible transformar obstáculos en oportunidades y brindar experiencias excepcionales a través del diseño de empaques.