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Con las cartas rodando por todo Quito y con el boom de las aplicaciones nos lanzamos a crear la app de 40 caída y limpia. En un principio, el Paul y yo, pensamos en una app que sirva para que los fans de las cartas encuentren el punto de venta más cercano. ¿Quién podrá ayudarnos? Nos preguntábamos sin despegar la vista del Twitter, y la respuesta estaba allí mismito: El Juan y la Nati.

Con @nati_va con conocimos en una parrillada de “Blogs and Beers”, que eran unos encuentros divertidísimos para desvirtualizar a gente que escribía blogs y tweets en medio de cervezas y comida, cuando los blogs eran famosos y el twitter recién arrancaba. Al Juan lo conocimos por la Nati, que además de ser unos capos programadores son esposos.

Y en esa reunión el Juan dijo “Podemos hacer que la gente juegue, como lo haría en una mesa real, que sume cartas, levante varias y todo, incluso que se equivoque”.

Los otros tres nos quedamos viendo y dijimos “hagámoleff”. Y así fue que empezamos a trabajar en este proyecto. Poco a poco nos dimos cuenta que nos metimos en un “camellazo”. Juan se pasaba horas y horas, noche tras noche, cerveza tras cerveza en la programación. Y nosotros nos encargábamos de diseñar las pantallas. Como siempre, nos tocó pedir auxilio al Guido, que lo presentaremos en otro post. No bastaba con colocar las cartas que ya estaban diseñadas, sino que nos tocó desarrollar más de 200 ilustraciones, pantallas y elementos extras. Algunas ideas que se nos ocurrían fueron:

  • ¿Por qué no hacemos que la cerveza se llene en el vaso para indicar que la app se está cargando?
  • ¿Y si hacemos que se conecte con el FB o TW para que salga el avatar de cada jugador?
  • Hagamos que un equipo sea diablo y el otro santo. Y que una cara de cada uno se vea mientras se cuentan las cartas. Todos con cara de sufrimiento y luego que se ría el que gane o que llore el que pierda, ¿Qué tal?
  • Pongamos que el juez de aguas aparezca a un lado de la pantalla cuando haya caídas o limpias.
  • Agrandemos el tamaño de la mesa moviendo a un lado la pantalla.

Y asiiiiiii. Miles.

Y siempre preguntábamos, “¿Juan se puede?”

Y el respondía “En programación sí. Ahora en diseño no sé”

Con la aplicación ya casi lista, notábamos que estaba como muda. Faltaban los efectos de sonido, y claro, una banda sonora. Y un video de introducción. Todo este trabajo de agregar, quitar, modificar y arreglar cosas nos tomó un poco más de 2 años! Demoró este tiempo porque nos reuníamos fuera de nuestras horas de oficina, o sea noches y/o fines de semana, y bastante espaciadas. Al final lo logramos. Para lo que nunca estuvimos preparados es para el éxito que se vendría después: ver como aumentaban las descargas, alcanzar el puesto #1 en las tiendas de Apple y Google (incluso destronando al gigante Candy Crush), recibir los comentarios de los usuarios y descubrir descargas en lugares remotos del mundo en los cuales jamás nos imaginamos que podríamos llegar, como por ejemplo Tailandia o Nepal.

Hoy se cumplen 4 años del lanzamiento de la aplicación y aún hay más ideas para el futuro 🙂

Descarga la aplicación en Google Play o App Store.

¡Salud!

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